Para el Director de la firma Caza Consultores, Pablo Castañeda Romero, resulta lamentable que el presidente López Obrador haya descartado que el gobierno federal contemple estímulos fiscales para empresas, por los impactos económicos ocasionados por el COVID-19.
Castañeda Romero aludió a lo dicho por el mandatario federal durante su conferencia del pasado lunes, en donde López Obrador expresó textualmente “Un buen estímulo es la disminución en el precio de los combustibles, un buen estímulo es el que no se aumenten impuestos y que vamos a dar a conocer el plan de desarrollo energético”.
Sin embargo es importante mencionar que la disminución en el precio de la gasolina poco tiene que ver con una decisión presidencial, esta reducción corresponde más bien a la baja en el precio del petróleo, tan es así que el IEPS que percibe la autoridad por cada litro de combustible sigue siendo el mismo, sin importar si el precio del barril bajó, el gobierno no sacrifica su recaudación.
El líder de Caza Consultores hizo evidente la necesidad de que el gobierno federal reconsidere su postura y tome verdaderas medidas para mitigar el golpe que ya están comenzando a percibir las empresas, por ejemplo en nuestra región, tenemos giros como los servicios médicos, donde casi el 80% de los ingresos son provenientes clientes extranjeros que cruzan la frontera para atenderse en Baja California.
Informó que otro de los sectores que está sufriendo un fuerte impacto a causa del coronavirus es el restaurantero, el cual ya reporta perdidas en sus ventas de hasta un 60%, por ello es tan importante que la autoridad otorgue estímulos fiscales, apoyos económicos para evitar el posible cierre de PYMES que no cuentan con la solidez financiera para afrontar la crisis del COVID –19, que apenas está comenzando.
Lo más impresionante es que aun contando con ejemplos de otros países que han tomado medidas en pro de los empleos y las empresas, el gobierno mexicano despreocupadamente está abandonando al sector económico.
Por ejemplo Francia, está invirtiendo hasta 300 mil millones de euros en su guerra contra el coronavirus para salvar de la quiebra a miles de empresas, con esto pretende asumir el pago de los créditos bancarios contraídos y suspender tanto el abono de las cotizaciones sociales como el pago de impuestos.
También está contemplado que suspenda el pago de servicios como el agua, la luz o el gas, aunque el alcance de esto último todavía no se ha delimitado.
España se aprobó este martes su propio paquete de estímulos por un montante de 200 mil millones de euros, lo que representa el 20% del PIB, para apoyar a empresas y trabajadores contra el impacto del coronavirus.
Italia, siendo el país europeo más afectado por el coronavirus acaba de aprobar un primer paquete de 25 mil millones de euros para ayudar a empresas y familias.
Estados Unidos, la Casa Blanca pedirá al Congreso la aprobación de un paquete de medidas de estímulo para hacer frente al impacto económico y social de la epidemia de coronavirus por un monto de 850.000 millones de dólares
Por lo pronto y ante el evidente desinterés del gobierno federal por apoyar a las empresas y sus trabajadores lo que nos queda es idear estrategias de autocuidado que nada tienen que ver con decisiones de la autoridad y esperar a que se declare contingencia sanitaria y disminuir un poco la carga de las empresas en materia laboral, lo que sin duda alguna representará un golpe para ambas partes (patrones y trabajadores).
