La Suprema Corte de Estados Unidos no modificará una decisión que rechaza las objeciones de grupos en defensa del medio ambiente a secciones del muro que el gobierno del presidente Donald Trump construye a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos con el propósito de contener la migración ilegal. Desde su campaña en las elecciones de 2016 y su gestión en la Casa Blanca,
Trump ha insistido en la construcción de una muralla a lo largo de los 3 mil 200 kilómetros de la frontera de Estados Unidos con México y hasta ahora su gobierno ha completado obras en unos 320 kilómetros. El Centro para la Diversidad Biológica, el fondo de Defensa Legal de los Animales, los Defensores de la Vida Silvestre y el Centro Ambiental del Suroeste alegan que las obras perjudicarían los hábitat de vida silvestre poniendo en peligro especies como el puma, el lobo gris mexicano y los vacunos.
Trump también prometió que México pagaría por la construcción del muro y, en ausencia de esa contribución, el mandatario ha recurrido a fondos ya asignados por el Congreso para obras militares.
El Tribunal Supremo autorizó el año pasado al gobierno para que usara esos fondos del Pentágono en el reemplazo de barreras a lo largo de la frontera en Arizona, Nuevo México y California.
Por su parte, el Tribunal de Apelaciones del Noveno Distrito, con sede en San Francisco (California), dictaminó la semana pasada que el desvío de 2 mil 500 millones de dólares de fondos asignados al Pentágono violó la Constitución y es ilegal. Esta decisión respondió a las demandas iniciadas por California y a la cual se sumaron varios estados.