El sismo de 7.4 grados ocurrido el 23 de junio en Oaxaca sacó a la luz una parte de la historia antigua de Santa María Mixtequilla, municipio zapoteco ubicado en la región del Istmo de Tehuantepec. El desprendimiento de las rocas del Cerro de la Pasión descubrió dos dibujos pintados hace centenares de años en las piedras que movió el temblor.
Una de estas, de 60 centímetros, corresponde a dos espirales que se unen en una sola línea con dos trazos paralelos. Y la otra, de 40 centímetros aproximadamente, asemeja a una persona de pie, sosteniendo al parecer hierbas o un cetro con una de sus manos.
De acuerdo con el alcalde de Santa María Mixtequilla, Uryel Bautista Vásquez, personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) visitó el sitio del hallazgo un día después del sismo y, aunque no les revelaron más datos, supieron las medidas exactas de cada una y verificaron su autenticidad. Aunque en localidades de la Sierra Sur de Oaxaca el sismo dejó daños materiales sustanciales, en esa población el temblor descubrió algo sobre los orígenes de este municipio, conocido popularmente como “La Venecia del Istmo” por su abundante agua.
Esta peculiar característica la comparte con las cuevas prehistóricas de Yagul, ubicadas en la región central de Oaxaca a 220 kilómetros de Mixtequilla, reconocidas por la UNESCO en septiembre de 2010 y en donde se encontraron pinturas de origen prehispánico con similitudes en los trazos y formas de las halladas en Mixtequilla.