Ante el juez federal, la FGR explicó que, desde antes de viajar a México, las autoridades españolas entregaron reportes médicos en los que se explica que a Emilio Lozoya Austin se le diagnosticó anemia, astemia de cinco días de evolución y otras condiciones que generaron malestar físico.
Se destacó que la Fundación Alarcón Hospital en España fue la que realizó el diagnóstico de Síndrome de Barret e inició un tratamiento con hierro oral.
“Estuvo coherente y congruente en tiempo y espacio. En el Hospital Ángeles del Pedregal (tras su traslado desde el Hangar de la FGR) se le realizó otra valoración además de que siguió con dolores en esófago y anemia grado tres”, detallaron los fiscales.
De acuerdo con los fiscales encargados del caso, ante los padecimientos presentados por el exfuncionario del gobierno de Enrique Peña Nieto, hubo imposibilidad para presentarlo ante un juez de control hasta que hubiera mejoras en su estado de salud.