Nueve de cada 10 diputados federales dobletearán: serán legisladores y candidatos durante todo el proceso electoral. Con absoluta libertad seguirán recibiendo recursos públicos en tiempos de campaña y, por orden del Tribunal Electoral, el INE tiene prohibido pedirle a la Cámara la relación de sus oficinas de gestión para comprobar que no sean usados para proselitismo.
Se trata de 448 diputados que buscan permanecer en su curul tres años más, gracias al primer ejercicio de reelección en el Poder Legislativo. Y por obra de las gestiones que los partidos realizaron dentro de los órganos electorales podrán quedarse en el cargo recibiendo sueldos y prestaciones, al mismo tiempo que se promueven para volver a ser votados.
El 8 de diciembre pasado se aprobaron en el INE estos lineamientos con la oposición de cuatro consejeros, encabezados por su presidente, Lorenzo Córdova, que abogaban por que quienes quisieran ser reelectos sí renunciaran al cargo.
“Es raro, por decir lo menos, que se esté legislando y haciendo campaña al mismo tiempo. Habría un legislador o una legisladora en tribuna con una pancarta atrás diciendo ‘voten por mí, reelíjanme’”, criticó la consejera Carla Humphrey durante el debate en las comisiones.
El principal argumento con el que los otros siete integrantes del Consejo General del INE avalaron el dobleteo fue porque, de acuerdo a la normativa interna de la Cámara de Diputados, solo se pueden otorgar licencias simultáneas a 25 por ciento de los legisladores para que no exista un desequilibrio en las votaciones.
