Debido a la pandemia por covid-19, la audiencia contra el ex funcionario señalado de recibir sobornos del crimen organizado se ha ido reprogramando al menos tres veces, pues estaba prevista inicialmente para el 30 de mayo.
Este retraso funcionó para que los fiscales fortalecieran el caso, agravando la situación de quien fue considerado como el “súper policía” de México.