Con esta audiencia se pone punto final a mas de dos años y medio de un proceso judicial que conmovió a la opinión publica e inspiró series de televisión, documentales, películas y libros.
Kathy Russell, quien trabajó como contadora y gestora ante migración en la empresa de cursos de autoayuda, NXIVM, fue sentenciada a dos años de libertad condicional.
Además deberá pagar 200 dólares de multa, cumplir horas de trabajo comunitario y no podrá contactarse con antiguos miembros de la organización que comandó Keith Raniere.
Con la voz quebrada y sin dejar de llorar, Russell aceptó “haber tomado malas decisiones sin pensar en las consecuencias”. El juez Nicholas Garaufis anunció con esta sentencia él fin del caso en una aventura que “hizo daño a muchos y beneficio a muy pocos “.
“Cada que recibo material de lo que pasó allá en Albany me doy cuenta de la miseria humana construida por Keith Raniere “, agregó el magistrado.
Garaufis señaló que analizó 35 puntos, que van de la conducta criminal a las cartas de apoyo de cercanos a Russell como su hijo Silas, para tomar la decisión. “Creo que las 6 sentencias han sido justas, apropiadas y misericordiosas”, dijo el juez al finalizar.