Con 1.313 metros de largo , el sofisticado pasadizo tenía un ascensor, sistema de rieles, drenaje y ventilación, además de cables eléctricos de alto voltaje.
El túnel conectaba un sitio industrial en la ciudad mexicana de Tijuana con una zona de San Diego, California.
No se hicieron arrestos relacionados con narcotráfico y las autoridades tampoco dijeron quiénes creen que podrían estar detrás de la construcción del túnel.
El cartel de Sinaloa , fundado por Joaquín “El Chapo” Juzmán, opera en ese área.
Estaba situado a una profundidad de unos 21,3 metros bajo la superficie terrestre y tenía 1,68 metros de alto y 0,61 metros de ancho, según dijo la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
No está claro cuánto tiempo se tardó en construir.
Se descubrieron cientos de sacos de arena que bloqueaban una supuesta salida del túnel en la garita fronteriza de Otay, al lado del aeropuerto de San Diego, agregó el comunicado.
El túnel principal tenía una rama incompleta.