Tijuana.- Al alcalde Arturo González Cruz ni le interesa la seguridad social de los policías municipales que laboran a su cargo, ni tampoco se ocupa o preocupa en darle un seguimiento con lupa a los procedimientos legales que se siguen en contra de los agresores que terminan con la vida de estos agentes, señaló el diputado Gerardo López Montes.
El legislador local, criticó el extrañamiento público que realizó el alcalde de Tijuana en las honras fúnebres del policía Joel Saraos Ruiz en donde dijo que Arturo González, tomó el micrófono para reprobar el actuar de un juez que solo existe en la imaginación del munícipe porque el lamentable caso de agresión jamás llegó ante un juzgado”.
“¿Cómo puede ser que el alcalde y el propio secretario de seguridad no estén enterados del procedimiento seguido en contra del atacante del oficial?, me doy cuenta que ignoran completamente que el homicida jamás fue presentado ante un juez, por la simple y sencilla razón de que la carpeta de investigación no se judicializó”, continuó
“No entiendo el ¿por qué? no le dieron puntual seguimiento al proceso contra el atacante del oficial, en mi opinión debió ordenar al Jurídico seguir al pie de la letra ese proceso, ¡Es más!, debió haber sacado su famosa lupa y con ella garantizar la justicia para el oficial caído en cumplimiento de su deber”, expresó el diputado.
Gerardo López, calificó de protagonista, aventurado e irresponsable el discurso de Arturo González cruz, a quien además invitó a reconocer públicamente su equivocación y la de su secretario de seguridad pública, Jorge Ayón Monsalve, pues dijo que juntos se confabularon para mentirle a la familia de Saraos y de paso a todos los miles de tijuanenses que seguían en vivo los acontecimientos.
Finalmente dijo que no es casualidad que Tijuana sea considerada por segundo años consecutivo como la ciudad más violenta del mundo si cada administración que llega comete errores garrafales al colocar en puestos claves como la Secretaría de Seguridad a personajes foráneos como Ayón Monsalve que no conocen la ciudad ni tienen arraigo ni un poco de amor por ella.